Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y tener a un caballo sin duda lo es. Estos animales necesitan mucho espacio para vivir, grandes cantidades de comida y ejercicio diario para mantenerse en forma. Veamos cuáles son sus cuidados básicos.
El descanso, uno de los cuidados básicos esenciales
Cómo es lógico y normal, nuestro caballo necesita un lugar en el que descansar y refugiarse durante todo el año.
Este sitio puede tratarse de un establo de caballos, de un granero, de una cuadra, etc. Será suficiente con que el lugar cuente con espacio suficiente para el caballo y para su cama, ya que de otro modo le será imposible descansar cómodamente.
Es importante prestar atención a la cama ya que aunque los caballos puedan dormir de pie, descansarán más y mejor si lo hacen tumbados. Y cuidado con el suelo de la cama, si la superficie es demasiado dura es probable que con el tiempo esto le acabe provocando una lesión.
Lo más normal es que el caballo disponga de una cama hecha de paja, una buena opción ya que es bastante económica y muy cómoda para nuestro animal. El problema es que la paja contiene esporas fúngicas que pueden provocar afecciones respiratorias en nuestro caballo.
Pero esta no es la única opción, tenemos varias alternativas aunque sean un poco más caras. Podemos optar por una cama hecha con virutas de madera (sin polvo) o cáñamo.
Cómo cuidar del lecho dónde duerme tu caballo
Podemos aprovechar que nuestro caballo está fuera de su lugar de descanso para mantenerlo en las condiciones adecuadas. Los cuidados básicos de la caballeriza de un caballo son principalmente:
- Mantener limpio el comedero y el bebedero. Con limpiarlo un par de veces a la semana para quitar bien los restos de comida que pueda haber es suficiente.
- Cambiar el material de la cama al menos una vez a la semana.
- Ventilar el lugar y remover la cama para que no se apelmace y se refresque un poco.
- Sacar el estiércol varias veces a día. Si no lo hacemos nuestro caballo puede acabar contrayendo alguna enfermedad.
- También es recomendable pintar al menos una vez al año la caballeriza, ya que la pintura desinfecta y acaba con cualquier bacteria que anide en ellas.
Qué debe comer un caballo
La comida, el agua y la sal son alimentos esenciales en los cuidados básicos de cualquier caballo. Veamos cuál es la cantidad adecuada en cada caso.
La alimentación de un caballo variará en función de distintos factores. El tamaño, el peso, la raza, la edad e incluso la actividad física, son algunas de las características que debemos tener en cuenta antes de empezar a alimentar al caballo.
La dieta contiene básicamente heno, aunque también podemos suministrarle de vez en cuando grano, siempre siendo mayor la cantidad de heno, que puede ser césped, alfalfa o ambas. Realizar una mezcla con diferentes tipos de heno es bueno para proporcionar al caballo una dieta equilibrada. El grano puede ser avena o pienso dulce.
Atención con darle al caballo de comer heno en mal estado. Si el heno es polvoriento, mohoso, tiene hojuelas o grumos de residuos de plantas, es mejor no dárselo al caballo, pues podemos provocarle un cólico o algún problema respiratorio. En el caso de los cólicos, recuerda que como vimos en nuestro artículo: 12 curiosidades sobre caballos que no conocías, los caballos no pueden vomitar, por lo que estaríamos ante un severo problema.
El horario de comidas hay que respetarlo, debe ser siempre el mismo y tenemos que evitar que sea antes o después de que el animal haya hecho ejercicio físico.
Los caballos deben comer entre 2 y 3 veces al día. ¿Qué cantidad? Pues si nuestro caballo es de tamaño medio y tiene una actividad normal, lo ideal sería entre 9 y 10 kilos de comida al día, aproximadamente.
¿Cuánto debe beber un caballo?
Los caballos necesitan beber grandes cantidades de agua al día. Si bien es cierto que en la comida encuentran parte de la cantidad de agua que necesitan, esta no es suficiente. Necesitan entre 25 y 55 litros de agua al día, dependiendo del tamaño, peso, la actividad que realicen y del lugar en el que se encuentren.
El agua es uno de los cuidados básicos imprescindibles para nuestro caballo y debe estar siempre limpia y fresca, sobre todo en épocas de mayor calor. Para ello debemos asegurarnos de que los recipientes donde el caballo bebe estén pulcros y llenos, pues el agua puede evaporarse en verano o congelarse en invierno y debemos estar atentos ante estas adversidades.
Alimentos que complementan una buena dieta: la sal
Si, como bien estáis leyendo hablamos de darles sal a nuestros caballos. Ese alimento que tanto atormenta a nuestros mayores y que no parece muy beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, ofrecerle sal a cualquier caballo es asegurarle un buen equilibrio en sus electrolitos, gracias a los minerales que contiene la sal.
Lo ideal es suministrar la sal en bloques, pero si nuestro caballo la rechazara, también la podemos mezclar con el heno en la comida. Esto le aportará las sales minerales que necesita y le vendrá muy bien para recuperarse después de cualquier actividad física.
Cómo mantener en buen estado el pelaje de un caballo
Otro de los cuidados básicos en un caballo es el cepillado. Un caballo con un pelaje bien cuidado se ve mucho más bonito y saludable. A veces, peinar las melenas y las colas de los caballos puede resultar placentero.
Aunque no todo es desenredar y peinar, también debemos retirar los restos de hierba y de barro que se queden en el pelo. Usar una rascadera o un cepillo de raíces nos servirá de ayuda para retirar lo más gordo, después podemos seguir con un buen cepillo de dientes anchos, como la bruza, y acabar con un cepillo de crin, que es más suave y se usa para la cabeza y las zonas dónde tienen más hueso, como en las piernas.
Si vemos que hay zonas muy enredadas podemos usar los dedos para que nos sea más fácil, y mejor obviar las tijeras, podemos hacer una escabechina que tardará varios meses en recuperarse.
Cómo cuidar los cascos de un caballo
Es necesario prestar atención a los cascos de nuestro caballo. Se trata de una zona muy sensible que si no cuidamos correctamente puede acarrear en alguna infección. Si nuestro caballo pasa mucho tiempo entre barro y agua, es posible que desarrolle hongos en sus pezuñas. Podemos localizar los hongos si observamos en la parte inferior de las pezuñas algo blanco y pastoso. Puede darse el caso de que simplemente con dejar al caballo en un lugar seco el hongo desaparezca, pero hay casos en los que la cosa se complica y es necesario tratar estas infecciones con medicamentos.
Nadie mejor que un veterinario puede saber el caso concreto de cada caballo y los medicamentos que van a ser necesarios, por lo que lo mejor es acudir a él y que eche un vistazo a nuestro caballo para que después de examinarlo, nos pueda dar un diagnóstico adecuado.
¿Cada cuánto se deben limpiar los cascos de un caballo?
Pues la respuesta correcta a esta pregunta sería: depende. ¿De qué? Del tipo de actividad del caballo. Si pasa la mayor parte del día dando paseos por zonas con muchas piedras, cruzando ríos o andando por sitios con muchos hierbajos y pinchos, lo mejor será revisar al caballo cada vez que vuelva de ese paseo pues es muy probable que algo se le haya podido clavar.
Si no es el caso de nuestro caballo, con revisar los cascos una vez al día será suficiente. Sobre todo debemos fijarnos si hay algún pincho o piedra que pueda molestar al caballo. Si tiene alguna herida tenemos que curársela para cerciorarnos que no irá a más.
Lo importante es asegurarnos que nuestro caballo está cómodo, y eso se consigue manteniendo la limpieza de sus cascos. Podemos usar varios cepillos para la limpieza y por último aplicar algún tipo de grasa con un pincel gordo por ejemplo, para evitar la sequedad en épocas calurosas o el exceso de humedad en épocas más frías.
De vez en cuando al caballo le vendrá muy bien que un herrero le recorte y lime las pezuñas. Lo ideal sería hacerlo aproximadamente cada 6 semanas.
Cuánto ejercicio necesita un caballo
Otro de los cuidados básicos que necesita nuestro caballo es una buena cantidad de ejercicio. Todos sabemos que los excesos no son buenos y abusar del ejercicio con nuestro caballo es tan malo como no hacer ninguno.
Dependiendo de la edad y la raza, el caballo necesitará más o menos ejercicio, pero como mínimo, todos los caballos necesitan ejercitarse una hora, cuatro veces por semana.
El descanso también es importante, así que por lo menos un día a la semana nuestro caballo deberá descansar completamente.
Cuidado al hacer ejercicio. Si no calentamos al caballo, podrá sufrir alguna lesión. Al igual que nosotros calentamos antes de ir a correr, con el caballo debemos hacer lo mismo. Podemos empezar dando un paseo de unos 10 minutos. Seguidamente pasamos al trote y por último ya podremos galopar tranquilamente sabiendo que el caballo ha calentado correctamente.
Todos estos consejos son indicaciones de los cuidados básicos a tener en cuenta, pero si vemos algo extraño en nuestro caballo, algo fuera de lo habitual no dudéis en consultar con vuestro veterinario, él es el más indicado para daros las pautas exactas que necesita cada caballo.
Fuente: https://blog.terranea.es/cuidados-basicos-caballo/